Un año más, con la llegada del buen tiempo y los primeros puentes festivos tendemos a salir de casa, incluso durante unos días para disfrutar de un merecido descanso. Por supuesto, durante esas estancias fuera de nuestro hogar tenemos que tomar las oportunas medidas para proteger nuestra vivienda. Como ya hemos comentado anteriormente, la instalación de alarmas para casa constituye un medio efectivo frene a robos e intrusiones dado su poder de persuasión.
No obstante, siempre es recomendable seguir unas sencillas pautas una vez salgamos. Algunas de ellas son muy conocidas pero otras no tanto, por lo que esperamos ofrecer las suficientes ideas para que nuestros días de descanso no terminen con sorpresas poco agradables.
La primera medida a tener en cuenta es dejar la alarma conectada. Y no es que muchas veces se desconecte voluntariamente sino que al desconectar totalmente la corriente eléctrica la alarma deja de funcionar. En muchas ocasiones un corte del suministro no afecta a las alarmas que ya actualmente muchas están preparadas para ello, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo un corte puntual que dejar durante días sin alimentación eléctrica al sistema.
Por supuesto, nos aseguraremos de indicar en un lugar visible que contamos con sistemas de vigilancia, por ejemplo con las típicas pegatinas. Ya que disponemos de alarma hemos de hacerlo saber antes de que los propios intrusos lo descubran ellos mismos.
Si nuestra ausencia va a ser prolongada, como siempre, hemos de indicar en la oficina postal que durante esos días se entregue correo o recurrir a familiares o vecinos para que lo retiren. Además siempre será una buena idea que estos mismos familiares se queden un rato en casa para hacerse ver.
Aunque siempre hay lugar para consejos originales como el de dejar ropa tendida, tenemos que ser precavidos si vamos a estar muchos días fuera. Tener la misma ropa tendida durante días o cuando en el fin de semana no ha dejado de llover es igualmente sospechoso e indicativo de que no hay nadie en casa.
Si nuestra estancia fuera de casa va a ser breve (por ejemplo un puente) sí que sería una buena posibilidad.
Otra alternativa original es dejar colocado un cartel en la puerta con un “cuidado, pintura reciente”, aunque obviamente no tendría mucho sentido si la superficie sobre la que ponemos ha conocido tiempos mejores.
Otro clásico son los temporizadores para conectar alguna luz cuando el sol de se pone o si contamos con sistemas domóticos, variar la apertura de las persianas.
En definitiva, de lo que se trata es de ofrecer una sensación de que alguien está haciendo una vida normal y de esta forma podamos descansar durante unos días tranquilamente.
Cámaras de vigilancia: otra opción para tu seguridad
Una de nuestras principales preocupaciones es mantener a salvo a nuestra familia, así como impedir robos e intrusiones en nuestros hogares cuando no estamos presentes. Como comentamos en la anterior entrada, las alarmas para casa pueden cumplir perfectamente esta función protectora a través de su acción disuasoria.
Pero también podemos encontrar otros sistemas de seguridad si queremos una opción alternativa u otros mecanismos para complementar una alarma.
En esta entrada nos ocuparemos de forma introductoria del uso de cámaras de vigilancia en toda su extensión. Se puede optar por sistemas con rotación o fijos, dependiendo de la zona de nuestra residencia (nos limitaremos exclusivamente a vigilar nuestra propiedad ya que dependiendo de cada país, las normas en cuanto a estos sistemas y el tener una cámara apuntando a lugares públicos, como la calle, varían).
Aunque próximamente entraremos en detalles, podemos adelantar que en un primer momento podemos distinguir entre cámaras analógicas y cámaras IP. Contaremos con un monitor específico para visualizar las imágenes en tiempo real o a través de grabaciones, aunque ya es perfectamente posible poder seguir este control desde nuestro propio ordenador o dispositivos móviles. En muchas ocasiones, este sistema de vigilancia suele ser utilizado en negocios o propiedades con una extensión considerable, estaríamos hablando de un sistema CCTV, algo más complejo por contar con varias unidades vigilando.
En los casos en que la vigilancia vaya a estar situada en el exterior nos aseguramos de que estará preparado para ello en cuanto a su capacidad para resistir las condiciones climáticas adversas a las que van a estar sometidos, al igual que sucede con las alarmas para casa.
También debemos elegir una posición óptima y si queremos que algunas de las cámaras sean visibles o no. El que sea visible, como ya hemos comentado en la primera de vuestras entradas, tendrá un gran poder de disuasión. En este caso, dentro de lo posible, se colocara en lugares de difícil acceso. Pero por supuesto todo dependerá de nuestras necesidades en concreto. Si se trata de una gran empresa con un extenso recinto exterior o varias naves y hay operarios de seguridad, en muchas ocasiones el sistema estará oculto al contar con vigilancia humana constante.
También hay que considerar las condiciones lumínicas del espacio de nuestra elección, una vez más, no es lo mismo un lugar cerrado que otro exterior.
Por tanto, dependiendo del uso concreto y de la localización, tendremos que elegir el mejor tipo de cámara de vigilancia. Próximamente profundizaremos en los distintos tipos: IP, inalámbricas, infrarrojas, con grabación de audio, camufladas…
Así,explicaremos los principales tipos y las características más importantes que hay que tener en cuenta para que nuestra decisión sea la óptima según nuestros intereses.
Pero también podemos encontrar otros sistemas de seguridad si queremos una opción alternativa u otros mecanismos para complementar una alarma.
En esta entrada nos ocuparemos de forma introductoria del uso de cámaras de vigilancia en toda su extensión. Se puede optar por sistemas con rotación o fijos, dependiendo de la zona de nuestra residencia (nos limitaremos exclusivamente a vigilar nuestra propiedad ya que dependiendo de cada país, las normas en cuanto a estos sistemas y el tener una cámara apuntando a lugares públicos, como la calle, varían).
Aunque próximamente entraremos en detalles, podemos adelantar que en un primer momento podemos distinguir entre cámaras analógicas y cámaras IP. Contaremos con un monitor específico para visualizar las imágenes en tiempo real o a través de grabaciones, aunque ya es perfectamente posible poder seguir este control desde nuestro propio ordenador o dispositivos móviles. En muchas ocasiones, este sistema de vigilancia suele ser utilizado en negocios o propiedades con una extensión considerable, estaríamos hablando de un sistema CCTV, algo más complejo por contar con varias unidades vigilando.
En los casos en que la vigilancia vaya a estar situada en el exterior nos aseguramos de que estará preparado para ello en cuanto a su capacidad para resistir las condiciones climáticas adversas a las que van a estar sometidos, al igual que sucede con las alarmas para casa.
También debemos elegir una posición óptima y si queremos que algunas de las cámaras sean visibles o no. El que sea visible, como ya hemos comentado en la primera de vuestras entradas, tendrá un gran poder de disuasión. En este caso, dentro de lo posible, se colocara en lugares de difícil acceso. Pero por supuesto todo dependerá de nuestras necesidades en concreto. Si se trata de una gran empresa con un extenso recinto exterior o varias naves y hay operarios de seguridad, en muchas ocasiones el sistema estará oculto al contar con vigilancia humana constante.
También hay que considerar las condiciones lumínicas del espacio de nuestra elección, una vez más, no es lo mismo un lugar cerrado que otro exterior.
Por tanto, dependiendo del uso concreto y de la localización, tendremos que elegir el mejor tipo de cámara de vigilancia. Próximamente profundizaremos en los distintos tipos: IP, inalámbricas, infrarrojas, con grabación de audio, camufladas…
Así,explicaremos los principales tipos y las características más importantes que hay que tener en cuenta para que nuestra decisión sea la óptima según nuestros intereses.
Alarmas para casa
Las alarmas para casa se han convertido en una de las medidas de seguridad más utilizadas por miles de hogares cada año. Desde hace tiempo hemos sido conscientes de que en muchos casos existe una creciente sensación de inseguridad, por lo que es natural que pretendamos proteger a nuestra familia y a nuestro hogar de intrusos con malas intenciones. Por ello ha aumentando el uso de sistemas de seguridad.
Con la llegada de la crisis ha crecido todavía más la sensación entre la ciudadanía de que se está experimentando un repunte en los robos. Es habitual observar en los distintos medios de comunicación cómo se producen robos en casas de forma sistemática en zonas concretas o que gracias a la labor policial se desmantelan grupos dedicados a estos robos.
Por no hablar de los asaltos violentos, bandas que no se conforman con robar si no que recurren a la violencia extrema. Con estos antecedentes es natural que en muchos hogares se planteen el uso de alarmas. Sobre todo en determinados tipos de viviendas que a priori tienen una mayor facilidad de acceso frente a intrusos como adosados o chalets, en especial si están en urbanizaciones alejadas de núcleos urbanos o en zonas de montaña.
Frente a todos estos sucesos hay distintas posibilidades que iremos comentando. Pero dado que ya hemos nombrado las alarmas para casas hemos de incidir en que la oferta es amplia. Muchas personas tienen la idea de que únicamente es posible tener estos dispositivos contratando a una empresa de seguridad y haciendo frente cada mes a determinadas cuotas. Nada más lejos de la realidad. Aunque optar por la opción de una compañía es totalmente viable y puede ser una buena opción teniendo una serie de condiciones (que por supuesto analizaremos en próximos artículos), también es perfectamente adquirir una alarma sin necesidad de tener que contratar a una empresa de seguridad.
Podemos acceder a estos sistemas de seguridad sencillamente comprando el dispositivo y realizando una instalación, que generalmente es sencilla, aunque en los mismos puntos de venta ofrecen dicha instalación. Dado que el mantenimiento es sencillo podremos tener un sistema de seguridad en nuestro hogar sin tener que afrontar mayores gastos. También podremos controlar todo lo que sucede aunque no estemos en casa.
La ventaja de tener una alarma es que tiene un poder disuasorio frente a los posibles ladrones. Obviamente hay que señalizar en el exterior de nuestra residencia que contamos con seguridad para que ejerza un primer impacto visual a todo aquel que tenga malas intenciones. Si finalmente un extraño pretende acceder a nuestra casa y el sistema cumple con su cometido, el hecho de tener una señal acústica y visual en forma de luz parpadeante puede disuadir al intruso. No sólo se está avisando a los habitantes de la residencia, también a los vecinos y posibles viandantes.
Otro aspecto nada desdeñable es la sensación de seguridad que se consigue con todos los elementos puestos en funcionamiento para evitar robos e intrusiones.
Ello hace que la mayoría de los cacos desistan del intento. Por supuesto en caso de bandas profesionales y organizadas, desgraciadamente tienen medios más sofisticados, pero en el caso de los intentos de robo cometidos por ladrones no profesionales, el sistema puede llegar a ser muy efectivo. No obstante es posible ampliar todavía más la seguridad de nuestras casas utilizando de forma simultánea varios métodos.
Hablamos por ejemplo de CCTV (circuito cerrado de televisión,) sistemas basados en cámaras de videovigilancia, sensores de movimiento o refuerzos en las vías de entrada a nuestra casa. Por supuesto todo lo que hemos comentado hasta ahora es aplicable para la protección de, por ejemplo, un negocio. La tecnología actual os permite mantener controlado en todo momento nuestro local y recibir avisos de forma inmediata en nuestro móvil ante cualquier incidencia, de la misma forma que podemos estar informados sobre lo qué sucede en nuestros hogares cuando estamos fuera.
En definitiva, lo que se trata es aunar la seguridad y la confianza de nuestra familia, sin caer en la obsesión, consiguiendo una serie de medidas efectivas y con una elevada calidad-precio. De todo ello hablaremos próximamente.
Con la llegada de la crisis ha crecido todavía más la sensación entre la ciudadanía de que se está experimentando un repunte en los robos. Es habitual observar en los distintos medios de comunicación cómo se producen robos en casas de forma sistemática en zonas concretas o que gracias a la labor policial se desmantelan grupos dedicados a estos robos.
Por no hablar de los asaltos violentos, bandas que no se conforman con robar si no que recurren a la violencia extrema. Con estos antecedentes es natural que en muchos hogares se planteen el uso de alarmas. Sobre todo en determinados tipos de viviendas que a priori tienen una mayor facilidad de acceso frente a intrusos como adosados o chalets, en especial si están en urbanizaciones alejadas de núcleos urbanos o en zonas de montaña.
Frente a todos estos sucesos hay distintas posibilidades que iremos comentando. Pero dado que ya hemos nombrado las alarmas para casas hemos de incidir en que la oferta es amplia. Muchas personas tienen la idea de que únicamente es posible tener estos dispositivos contratando a una empresa de seguridad y haciendo frente cada mes a determinadas cuotas. Nada más lejos de la realidad. Aunque optar por la opción de una compañía es totalmente viable y puede ser una buena opción teniendo una serie de condiciones (que por supuesto analizaremos en próximos artículos), también es perfectamente adquirir una alarma sin necesidad de tener que contratar a una empresa de seguridad.
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| Algunos de los posibles sistemas de protección |
Podemos acceder a estos sistemas de seguridad sencillamente comprando el dispositivo y realizando una instalación, que generalmente es sencilla, aunque en los mismos puntos de venta ofrecen dicha instalación. Dado que el mantenimiento es sencillo podremos tener un sistema de seguridad en nuestro hogar sin tener que afrontar mayores gastos. También podremos controlar todo lo que sucede aunque no estemos en casa.
La ventaja de tener una alarma es que tiene un poder disuasorio frente a los posibles ladrones. Obviamente hay que señalizar en el exterior de nuestra residencia que contamos con seguridad para que ejerza un primer impacto visual a todo aquel que tenga malas intenciones. Si finalmente un extraño pretende acceder a nuestra casa y el sistema cumple con su cometido, el hecho de tener una señal acústica y visual en forma de luz parpadeante puede disuadir al intruso. No sólo se está avisando a los habitantes de la residencia, también a los vecinos y posibles viandantes.
Otro aspecto nada desdeñable es la sensación de seguridad que se consigue con todos los elementos puestos en funcionamiento para evitar robos e intrusiones.
Ello hace que la mayoría de los cacos desistan del intento. Por supuesto en caso de bandas profesionales y organizadas, desgraciadamente tienen medios más sofisticados, pero en el caso de los intentos de robo cometidos por ladrones no profesionales, el sistema puede llegar a ser muy efectivo. No obstante es posible ampliar todavía más la seguridad de nuestras casas utilizando de forma simultánea varios métodos.
Hablamos por ejemplo de CCTV (circuito cerrado de televisión,) sistemas basados en cámaras de videovigilancia, sensores de movimiento o refuerzos en las vías de entrada a nuestra casa. Por supuesto todo lo que hemos comentado hasta ahora es aplicable para la protección de, por ejemplo, un negocio. La tecnología actual os permite mantener controlado en todo momento nuestro local y recibir avisos de forma inmediata en nuestro móvil ante cualquier incidencia, de la misma forma que podemos estar informados sobre lo qué sucede en nuestros hogares cuando estamos fuera.
En definitiva, lo que se trata es aunar la seguridad y la confianza de nuestra familia, sin caer en la obsesión, consiguiendo una serie de medidas efectivas y con una elevada calidad-precio. De todo ello hablaremos próximamente.
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